Lo que me ayudó a cambiar la relación que tengo con mi clóset
¡Hola, nené!
¿Te pasa que a veces te quieres poner una blusa, un pantalón o un vestido en específico entonces vas a tu clóset, empiezas a armar el outfit y trazzz te das cuenta que tu prenda estrella no está lista para usarse y eso te hace entrar en una mini crisis momentánea porque ya no sabes qué ponerte? A mi me pasa (o me pasaba) MUCHO.
Que tu ropa esté lista para usarse cuando la quieres o la necesitas es importantísimo para ponernos todo lo que tenemos en el clóset y ya sé que esta idea suena obvia pero es muy normal que guardemos en el armario piezas que requieren cariñito extra y, si no se los damos, nunca las sacaremos a pasear.
Me refiero a las prendas que necesitan plancharse después de lavarse, las que necesitan arreglos simples como poner un botón o coser un dobladillo o las que sabes que se verían mejor después de un viaje al taller de costura.
Para mi es súper frustrante querer ponerme una blusa y planear todo un look alrededor de ella pero sólo saber que esa blusa no está planchada exactamente cuando la quiero es razón suficiente para elegir otra cosa para ponerme y si no dedico unos minutos para planchar esa blusa es 100% probable que ya no la use.
Y ok… sé que en realidad en ese momento podría agarrar mi planchita de vapor y solucionar el problema pero pienso que crear el hábito de colgar en el clóset o meter en los cajones sólo las prendas que están listísimas para mi ha cambiado mucho la relación que tengo con mi ropa.
Tal vez a ti no te importa mucho si tu ropa está o no está arrugada pero hoy te invito a pensar qué acciones podrías tomar para que tus prendas estén listas para ti.
Saber que tengo un clóset lleno de ropa que me gusta, se ajusta a mi cuerpo y está lista para usarse me da mucha calma y ayuda a que vestirme sea una experiencia bonita.
Te mando un abrazo fuerte,
Alana.