Tal vez a tu clóset le urge una limpia
Tal vez a tu clóset le urge una limpia
¡Hola, nené! Esta semana estaba empezando a preparar mi clóset para los meses de calor y aproveché el momento para separar algunas prendas que quiero vender a consignación.
Esto es algo que hago de manera constante. Siempre estoy editando mi armario, dándole rotación a mis prendas, analizando si puedo vender o donar algunas y aún así mi clóset a veces se ve llenísimo o no está organizado de la mejor manera.
El acto de estar constantemente analizando mi ropa no es algo que siempre haya hecho… Hubo una época de mi vida en la que tenía un montón de ropa y mucha era de tallas que tal vez ya ni eran la mía. Tenía ropa para actividades que ya no hacía porque tal vez un día se me antojaba hacerlas de nuevo (nunca pasó) y compraba ropa sólo para achocarla en el clóset y sentir que ‘tenía muchas opciones’ para vestirme.
Mi armario no era perfecto en ese tiempo y tampoco es perfecto ahora pero sé, por experiencia propia, que limpiarlo y editarlo con frecuencia hace toda la diferencia al momento de elegir lo que me pondré para el día.
¿Crees que a tu clóset le urge una limpia?
Si vives algunos de estos escenarios, me atrevería a decir que es súper necesario que le dediques tiempo a analizar y a editar tu armario.
Escenario 1: Tu ropa literalmente ya no cabe en tu clóset.
Tus ganchos para ropa traen dos o hasta tres prendas colgadas. Tus cajones no están organizados por categorías porque necesitas todo el espacio posible para guardar tus prendas y tu ropa interior. Tienes tanta ropa que usas otras partes de tu casa para guardarla, por ejemplo: un cacho de tu alacena está destinada a tus zapatos.
Este llamado de atención es la red flag más, más, más roja porque en un clóset lleno es casi imposible saber qué hay. Si no sabes qué tienes, tu destino será comprar ropa repetida y eso sólo llevará a que tengas más ropa. Es un círculo vicioso.
Ademaaaás, la ropa guardada de mala manera es más propensa a dañarse.
Escenario 2: Pasas mucho tiempo frente a tu clóset pensando qué ponerte.
Tu ropa es tanta y tan diferente entre sí (de estilos diferentes) que se convierte en contaminación visual. Ya sólo ves tu clóset como un monstruo gigante al que no le encuentras ni pies ni cabeza y aunque en realidad tienes muchos pantalones o vestidos, no sabes cuál elegir porque son MUCHOS.
Si esto te pasa, acuérdate que cantidad no significa calidad. Es mejor tener un par de vestidos preciosos y que te queden como quieres a tener 10 vestidos parecidos que ya no te gustan o no te quedan como quieres.
Escenario 3: Guardas prendas de otras vidas.
Tienes ropa de cuando eras estudiante, de cuando trabajabas en una oficina súper estricta, de cuando te dio por usar sólo negro, etc y etc.
Esta ropa te puede llevar en un viaje nostálgico y eso no necesariamente es malo pero tenerla colgada en el clóset no te ayuda en nada. Tu armario debe representar quién eres ahora, con tus gustos y tus actividades actuales. Ver tu clóset y saber que toda la ropa que tienes te puede servir en cualquier momento es súuuper importante y trae mucha tranquilidad.
Un tip: esta ropa de las otras versiones de tu vida no tiene (y no debe) irse a la basura. Conserva aquellas que te recuerdan cosas bonitas y dales un lugar especial en tu casa. Por ejemplo: puedes enmarcar la playera que compraste cuando fuiste a ver a tu banda favorita :)
Con mucho cariño,
Alana.